Formularse objetivos, la clave del éxito.

 

Por qué los objetivos son una pieza clave tan importante de tu éxito.

 

Muchas veces me digo a mí mismo la frase “si no tienes objetivos, formarás parte de los de otro”. Necesito repetírmelo para no dejar de pensar que dirigir mi vida depende en gran medida de los objetivos que me formulo. Este aspecto -que es el ABC del coaching- me parece imprescindible para cualquier profesional de la enseñanza por tres razones:

  1. Porque si no sabe lo que quiere conseguir con sus alumnos conseguirá otras cosas que a lo mejor no le interesaban nada
  2. Porque sin objetivos la vida de cualquiera va a donde le lleva la corriente y eso si aprietas tornillos en una empresa ya es un problema, así que imagina el problema que es en alguien que educa.
  3. Porque si un profe no trabaja con objetivos pierde la oportunidad de cambiar realmente la vida de sus alumnos.

¿Te imaginas que tus alumnos fueran personas que consiguieran sus objetivos? ¡Vaya buena herencia que les dejarías como profe!

Para entrenarte y entrenar a tus alumnos a plantearte objetivos te aconsejo que utilizas una pregunta potentísima: ¿Para qué?

Yo siempre digo que preguntar ¿Por qué? Siempre tiene una fácil respuesta, pero preguntar ¿Para qué? Es de las más difíciles que hay. Porque una nos proyecta al pasado y eso lo conocemos, y la otra lo hace hacia el futuro imaginado y eso es un compromiso con nosotros mismos.

¡Me gusta preguntar ¿Para qué?!

Cuando entres en un aula, pregúntate ¿para qué?; cuando prepares una clase pregúntate ¿para qué?; cuando vayas a corregir un examen de un alumno, pregúntate ¿para qué?; cuando vayas a discutir con alguien, pregúntate ¿para qué?; cuando quieras algo, pregúntate ¿para qué?…

Ya te aviso que hasta que no te entrenes a la preguntita de marras te descolocará, te hará pensar, te quedarás en silencio y hasta puede que oigas piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii en tu cerebro, como si se hubiera desconectado. Tranquilo, no pasa nada. No te has desconectado, estás aprendiendo a pensar distinto.

Acostumbra a tus alumnos a que se planteen los ¿para qué? de su vida y verás como no tardan mucho en convertirse en personas críticas y comprometidas. Empezarán a tomar decisiones y eso es bueno y les hace más autónomos, más conscientes de lo que hacen y les hace adquirir un compromiso. Puede que su compromiso sea con el NO, pero eso ya es algo.

Hoy no te hablaré de qué características ha de tener un objetivo para que cuando te lo formules ya tengas dado el primer paso para que se cumpla. Lo dejo para otro día. Pero recuerda lo siguiente…

El premio de conseguir un objetivo no está en el objetivo en sí mismo, sino que está en quién te has convertido para conseguirlo.

Cuando consigas un objetivo, estarás tan animado que ya te empezarás a plantear otros (Esa sensación es una descarga fantástica de adrenalina, te aviso.) así que el objetivo habrá pasado a la lista de los conseguidos, pero lo que te quedarás para siempre es lo que has aprendido, la persona que eres ahora y que es la que necesitabas ser para conseguirlo. Ahí está el premio.

Descárgate el BONUS «Guía para formular tus objetivos correctamente» que encontrarás en La Escuela Coach.

Jaume Josa, abril de 2016